Con el objetivo de acercar la cultura coreana a los estudiantes y al público en general, el Centro Cultural Coreano desarrolló diversas actividades en la sede de la Universidad del Delta durante la primera semana de octubre.
La iniciativa formó parte del programa “Centro Cultural Móvil”, cuyo objetivo es difundir la cultura de Corea y reforzar los lazos entre ambos países. Este proyecto multidisciplinario presentó charlas y talleres en la Universidad del Delta, mientras que también se realizó una muestra de fotografía y pop-art, experiencias hanbok y realidad virtual en el Honorable Concejo Deliberante de la localidad de Tigre.
El martes 1° de octubre se realizó en la Universidad del Delta una charla sobre patrimonio cultural material e intangible de Corea a cargo de la Dra. Verónica Flores. La disertación se tituló “Entre lo visible y lo invisible: una mirada del patrimonio cultural de Corea” y se planteó sobre tres ejes: la idea de patrimonio como legado, la importancia del reconocimiento y conservación de sitios, tesoros y prácticas que lleva adelante la República de Corea, y la noción de patrimonio cultural como conexión viva con la herencia del pasado y como fuente de conocimiento para las generaciones futuras.
Seguidamente, se llevó a cabo un coloquio sobre cooperación económica a cargo del Director de KOTRA, Sr. Lee Jeong Sang. El representante de la Oficina Comercial de la Embajada de Corea en Argentina expuso sobre la relación bilateral en materia de comercio y las oportunidades de negocios entre ambos países.
En tanto, el viernes 4 por la tarde, estudiantes y aficionados de la cultura coreana asistieron a un taller de aprendizaje del alfabeto coreano -hangeul- de la mano de la Profesora Lee Eun Hwa. La clase abierta se desarrolló en el marco del Día de la Proclamación del Hangeul que se celebra el 9 de octubre. El hangeul es un sistema de escritura desarrollado por el Rey Sejong el Grande y presentado al pueblo coreano en 1446 a través de un documento titulado Hunminjeongeum, que significa “Los sonidos correctos para la instrucción del pueblo”. El objetivo de este documento era proporcionar una herramienta de escritura fácil de aprender para los ciudadanos comunes de Corea. Por esta razón, el Hangeul fue diseñado para ser sencillo, lógico y accesible, facilitando la alfabetización.
Además, es considerado como el único registro histórico en el que el propio creador documentó la creación de un alfabeto, lo que lo convierte en una valiosa contribución a la historia de la escritura, la promoción de la alfabetización y el acceso al conocimiento. En reconocimiento a su importancia, en 1997 la UNESCO incluyó el documento Hunminjeongeum en el Programa Memoria del Mundo.